Incrementan las inversiones en el sector aeroespacial

Ciudad de México, 3 de agosto de 2016: Siendo poseedor del mayor número de tratados de libre comercio en el mundo y contando con un mercado competitivo para operar, México ha logrado posicionarse en el primer lugar de la lista de destinos globales para la inversión directa extranjera (IDE) en el sector aeroespacial.

El flujo de inversión del sector aeroespacial representa el 47% del total de la IDE en México. Las exportaciones aeroespaciales del país alcanzaron los $4,3 mil millones de dólares (mdd) en 2011 y continuaron con un crecimiento considerable que hoy sobrepasa los $8 mil mdd. Analistas proyectan que esta cifra alcance los $12 mil mdd en 2020.

Un gran número de fabricantes de equipo original (OEMs por sus siglas en inglés) han incrementado, en los últimos años, su capacidad de fabricación en México con el fin de aumentar la competitividad vis a vis otras empresas del sector.

Empresas mexicanas esperan que la siguiente etapa sea un mayor énfasis en procesos secundarios – procesos de mejoramiento de piezas originales de doblaje, recubrimiento, o calentamiento de metales – para lograr el desarrollo de la cadena de suministro en la industria aeroespacial.

Expansiones en curso

Los precios competitivos en el mercado laboral Mexicano han sido clave en la atracción de empresas globales de la industria aeroespacial, ayudando a empresas con operaciones en Norteamérica y Europa a reducir sus costos de fabricación por un 20-30%, según expertos del sector.

Ser miembro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y el país con el mayor número de tratados de libre comercio en el mundo le brinda, a México, la imagen de lugar estratégico para establecer operaciones y exportar a América del Norte y otras regiones del mundo.

En Junio pasado, la empresa aeroespacial canadiense, Bombardier, finalizó un acuerdo con su sindicato de trabajadores para fabricar una parte de su avión Q400 en México. Este acuerdo se produjo debido, en parte, a la pérdida de competitividad del proceso de fabricación en Canadá y la presión en el mercado por parte de su principal competidor ATR, una empresa aeroespacial francoitaliana.

Esta noticia llega meses después del anuncio hecho por SAFRAN, un fabricante francés de motores y componentes aeroespaciales, en el cual la empresa comunicó planes para invertir $75 millones de dólares en una nueva fábrica en México para la fabricación de uno de sus motores, Leap. El complejo industrial será operacional a finales del 2017.

Desarrollo regional

La provisión de partes de aeronave a Estados Unidos representa una importante área de crecimiento de la industria aeroespacial mexicana. Las empresas aeroespaciales operan principalmente en cinco áreas o clústers del país, en los estados de Baja California Norte, Chihuahua, Sonora, Nuevo León, y Querétaro.

El clúster de Baja California, que fue el primero en México y se especializa en la fabricación de sistemas eléctricos, sistemas de motor y ensamblaje de interiores, recibió $2,5 mil mdd en IDE en el 2015 y se espera que esta cifra crezca este año. El clúster más reciente es el de Chihuahua y alberga cinco de los siete fabricantes de equipo original en México: Cessna, Beechcraft, Textron International, Honeywell Aerospace y EZ Air Interior Ltd.

Desde la llegada de Bombardier en 2006, Querétaro ha asumido una posición de nicho en el sector especializándose en partes de fuselaje, tren de aterrizaje, cables, arneses y maquinado de precisión. Otras empresas internacionales que han establecido presencia en el estado incluyen TechOps, la empresa de mantenimiento, reparación, y revisión más grande de Latinoamérica, un proyecto conjunto entre Aeroméxico y Delta Airlines, SAFRAN y Airbus Helicopters.

Según Francisco Domínguez, gobernador de Querétaro, la población joven del estado y la presencia de centros avanzados de desarrollo e investigación convierten a Querétaro en un centro ideal para el desarrollo de la industria aeroespacial en México.

“Los lazos entre la población, academia, gobierno, e industria son muy estrechos y complementarios” comentó a OBG. “Los beneficios son recíprocos; las empresas reciben una fuerza laboral altamente calificada y la población recibe oportunidades de empleo de alto nivel.”

El gobierno estatal también intenta desarrollar la capacidad de la industria a través de iniciativas locales.

"Teniendo en cuenta que el desarrollo de capital humano de alta calidad es uno de los principales retos que enfrenta el estado, el gobierno de Querétaro está enfocado en la creación de capacitación a través de programas de emprendimiento para jóvenes,” Marco Del Prete, secretario de desarrollo sustentable de Querétaro, dijo a OBG.

"Un ejemplo es Emprendiendo Unidos, que tiene como objetivo combatir algunos de los desafíos que enfrentan los jóvenes empresarios, proporcionándoles formación, apoyo institucional y acceso al crédito," añadió.

Cambio de enfoque hacia el desarrollo secundario

El efecto dominó del crecimiento de la industria tiene un gran alcance, al empujar a empresas del sector aeroespacial a jugar un papel clave en el desarrollo de la cadena de suministro local para poder organizar los servicios secundarios necesarios para sustentar sus operaciones en México.

Sin embargo, hasta la fecha las OEMs han señalado la falta de empresas locales proporcionando servicios en procesos secundarios, tal como maquinado de metales y procesos de alta temperatura.

Contrariamente, empresas locales que ofrecen este tipo de servicios subrayan las dificultades de obtener proyectos y realizar negocio con las grandes OEMs.

Según René Trulin, director general de RYMSA, una PYME que ofrece procesos secundarios para las industrias de petróleo y aeroespacial, las empresas de nivel dos (Tier 2) dependen de negocio con empresas en Norteamérica del sector aeroespacial, aunque tienen la capacidad de contribuir a las operaciones locales y agregar competitividad al proceso.

“Las pequeñas y medianas empresas aeroespaciales en México, que ofrecen los procesos secundarios que las grandes OEMs requieren, han encontrado muy poco acceso a proyectos en el país,” añadió. “Está en el interés del gobierno asegurarse que las OEMs trabajen en conjunto con empresas locales y facilitar su entrada a la industria.”

“El derrame positivo por albergar a una industria de alta tecnología, como lo es la industria aeroespacial, incluye ganancias de conocimiento que permitirán que empresas mexicanas ofrezcan servicios más avanzados con el fin de un día poder fabricar componentes aeroespaciales cada vez más complejos,” comentó Trulin.

Un grupo de siete empresas aeroespaciales locales basadas en Querétaro, incluyendo RYMSA, AeroprocessTTT y HYRSA, una empresa de maquinado de precisión CNC, han comenzado a promover sus servicios hacia las grandes OEMs en México.

A finales del 2015, este grupo fundó AeroPymes – una organización enfocada a desarrollar el papel de pymes en la industria aeroespacial – intentando fortalecer la cadena de suministro local. AeroPymes está colaborando con ProMéxico, la agencia gubernamental que promueve inversión en México, para promover al país como un destino para empresas internacionales en el sector aeroespacial que buscan tener una cadena de suministro ya existente.

Con la mirada hacia el futuro, se espera que el gobierno le dé prioridad al desarrollo de la cadena de suministro apoyándose en empresas locales.

Importantes pasos se han dado en este tema, uno de ellos siendo el incremento de apoyo financiero en áreas clave como la certificación técnica, incluyendo la certificación AS9100 que es un requisito para empresas intentando proveer servicios y productos al sector aeroespacial.

Actualmente, el Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM), en conjunto con el gobierno ofrecen programas para cubrir los costos de la certificación por el primer año, aunque varias empresas que han recibido este beneficio ven la necesidad de apoyo adicional.

“Suele tomar hasta seis años para empezar a observar resultados de inversiones realizadas en el sector aeroespacial,” Esteban Sánchez, director de recursos y ventas en HYRSA, comentó a OBG. “Por lo cual, la recertificación se convierte en una barrera de entrada para empresas que mantienen costos por varios años sin ninguna ganancia.”

“Un apoyo financiero que alcance a cubrir múltiples años de recertificación serviría para incentivar a que las pymes permanezcan en la industria, en vez de decidir abandonar su inversión y optar por incrementar capacidad en otros sectores con menos barreras de entrada,” añadió Sánchez.

Aunque México se ha establecido como un centro atractivo para la industria aeroespacial, ofreciendo un lugar ideal para empresas buscando ganancias en competitividad y una reducción en costos de fabricación, empresas locales opinan que un compromiso serio por parte del gobierno y de la industria para desarrollar la cadena de suministro local impulsará a la industria y creará un derrame y crecimiento económico más importante para el país.


Este análisis económico sobre México ha sido elaborado por Oxford Business Group.

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